Lo que sí y lo que no
Acepto la crítica, pero no que me juzguen.
Acepto la burla, pero no la humillación.
Acepto la desigualdad, pero no la injusticia.
Acepto perder, pero no "no ganar".
Acepto el carácter fuerte, pero no la falta de respeto.
Perdono la infidelidad carnal, pero no la racional. Y mucho menos la emocional.
Quiero a mi manera, no a la manera que me piden que quiera.
Soporto los celos, pero no la desconfianza.
Me quedo con lo bueno, no con lo malo.
Soy consciente de mis defectos, pero no de mis virtudes.
Aprecio el consejo, pero no que me digan lo que tengo que hacer.
Entiendo la inmadurez, pero no el infantilismo.
Me limita la inquietud, no el miedo.
Espero, pero no confío.
Soy exigente, pero no rencoroso.
Soy inteligente, pero no listo.
Soy algo egocéntrico, pero no un ególatra.
Valoro el amor, no el dinero.
Agradezco la empatía, pero no la compasión.
La cago mucho, pero no me cuesta reconocerlo.
Elijo "with you", no "without you".
Quiero a mi gente, pero a veces no se lo demuestro.
Entiendo el orgullo constructivo, pero no el destructivo.
Prefiero llorar, no callar.
Prefiero improvisar, no planear.
Prefiero sentir, no pensar.
Soy tímido, pero no insensible.
Me gusta viajar, pero no vagar.
Tolero el garrafón, pero no el de la Chucita.
Me gusta U2 y el Pingüino, pero no el hiphop ni las sevillanas.
Sé de ordenadores, pero no arreglar un ordenador.
Me gusta la coca-cola, pero no la coca-cola light.
Y por último, tengo examen el sábado, pero no voy a aprobar. Ni jarto de vino...