La última cena
Anoche, en los Porti's Headquarters tuvo lugar una apacible y armoniosa velada, por lo menos hasta las 12 de la noche. Cena preparada con panto-mimo por pinches de alta cualificación, cuidando hasta el último detalle.
Alrededor de toneladas de carne,croquetas, tortilla, ensalada de pasta (con piña), barbadillo y lambrusco, nos reunimos Macú, Javi, Pablito, Iván, LaMonda y el que escribe. Todo formalidad, educación, cordialidad, corrección, compostura y discusiones de alto nivel sobre política. Precioso. Hasta que llegó el postre y ocurrió lo previsible. LaMonda empezó su retahíla chisteril y aparecieron como por arte de birli-birloque dos botellas de ron encima de la mesa. Y sanseacabó. O más bien sanseacabaron. El resto es de lo más previsible: primero, Cachi Carmona, donde aprendimos, gracias a la magistral clase de biología de Javi, que la ballena es un cefalópodo. Vamos, que ni la Obregón hubiera hilado tan fino, oye. Posteriormente Pirámide, y ahí el descontrol ya tomó forma. Forma de ciclón desproporcionado. Para variar.
Como colofón a la noche, descubrimos los nuevos superpoderes de Macu a modo de Fantastic Four. Nuestra amiga tiene el don de la ubicuidad. Lo que es estar en dos sitios al mismo tiempo, para entendernos. Parece que lo de los viajes astrales (separar el alma del cuerpo) lo tiene más que dominado. Y ejerce. Y nosotros sin enterarnos, fíjate tú. Con todo, me quedo con la frase "¿Por qué vamos a irnos si ya hemos bajado y hemos vuelto a subir??" Y se quedó tan ancha....
Propongo repetir este tipo de reuniones más a menudo. La próxima, por ejemplo, en Alipio Ramos o Maceiras. Cómo lo veis?
Fotos de la cena:
Alrededor de toneladas de carne,croquetas, tortilla, ensalada de pasta (con piña), barbadillo y lambrusco, nos reunimos Macú, Javi, Pablito, Iván, LaMonda y el que escribe. Todo formalidad, educación, cordialidad, corrección, compostura y discusiones de alto nivel sobre política. Precioso. Hasta que llegó el postre y ocurrió lo previsible. LaMonda empezó su retahíla chisteril y aparecieron como por arte de birli-birloque dos botellas de ron encima de la mesa. Y sanseacabó. O más bien sanseacabaron. El resto es de lo más previsible: primero, Cachi Carmona, donde aprendimos, gracias a la magistral clase de biología de Javi, que la ballena es un cefalópodo. Vamos, que ni la Obregón hubiera hilado tan fino, oye. Posteriormente Pirámide, y ahí el descontrol ya tomó forma. Forma de ciclón desproporcionado. Para variar.
Como colofón a la noche, descubrimos los nuevos superpoderes de Macu a modo de Fantastic Four. Nuestra amiga tiene el don de la ubicuidad. Lo que es estar en dos sitios al mismo tiempo, para entendernos. Parece que lo de los viajes astrales (separar el alma del cuerpo) lo tiene más que dominado. Y ejerce. Y nosotros sin enterarnos, fíjate tú. Con todo, me quedo con la frase "¿Por qué vamos a irnos si ya hemos bajado y hemos vuelto a subir??" Y se quedó tan ancha....
Propongo repetir este tipo de reuniones más a menudo. La próxima, por ejemplo, en Alipio Ramos o Maceiras. Cómo lo veis?
Fotos de la cena:
1 Comments:
Me parece maravilloso el festín que os habeis dado, creo que lo necesito, porque me estoy consumiedo, esto de que te operen de anginas es maravilloso, es como una super dieta!!!En fin, ya sabeis la siguiente en mi casa, no lo olvideis...!!!!!!
A los de Miami un beso muy grande, nos preocuparemos por vuestros hígados, pero no dudeis en hacerlo por los nuestros!
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